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domingo, 11 de marzo de 2012

Amor a primera vista

Era la tarde del 11 de marzo. Ella cruzaba la facultad para ir a clase. Entonces, lo vió a él y, mientras se quedaba boquiabierta, ambas miradas se cruzaron y parecía que todo iba a cámara lenta. Él era rubio, tenía el pelo un poquito largo (le llegaba más o menos a la altura del cuello) con el flequillo hacia un lado y sus ojos eran de color verde. Sus labios eran finos, pero seductores y tenía la típica sonrisa hacia un lado de la boca. Vestía una camisa de cuadros azules con una camiseta blanca debajo y vaqueros rotos. Ella era de piel muy pálida y tenía el pelo largo y rizado y sus labios eran muy rojos de habérselos pintado con una barra de labios. Su pelo era rubio y sus ojos eran grises. Aquel día ella se había puesto una falda de encaje color rosa pálido, una blusa blanca y tacones de color negro.
Cuando ya se habían cruzado, sorprendido por la belleza de ella, se giró para verla mejor y se quedó mirándola en un profundo estupor. Ella también se giró y lo miró a él ensimismada. Entonces ella se dió cuenta de que lo estaba mirando con esa cara de tonta y, por vergüenza, se dió media vuelta y se fue.
A partir de entonces, cada vez que ella lo veía de lejos, daba una vuelta más larga con tal de no tener que encontrárselo cara a cara y pasar vergüenza por lo que había pasado aquella vez. Sin embargo, un día, ella tenía clase, pero él se hallaba en la puerta del aula. Ella empezó a ponerse nerviosa y no sabía qué hacer. Se acercó a la puerta del aula e intentó entrar sin que él se diera cuenta, pero él estaba allí esperándola a ella, puesto que había ido allí con esa intención.
Cuando ella entraba por la puerta, él la agarró del brazo y con su otra mano la agarró de la cintura y acercó su cuerpo al suyo y la ahogó en un beso tan profundo como el abismo y tan tierno como un corderito recién nacido, tan lleno de amor como una flecha de cupido y tan repleto de pasión como los pétalos de una rosa roja.
Unos momentos después sus labios por fin se separaron.
- 'Aquel día dejé que huyeras, pero después decidí que no podía volver a dejarte desaparecer de mi vida. He estado noches sin dormir y días sin comer pensando en ti, preocupado por si no te volvía a ver en la vida. Te necesito junto a mí.'-dijo él.
- 'Lo nuestro es amor a primera vista y lo demás son tonterías.'- le respondió ella.
Y no se volvieron a separar hasta que la muerte los separó, y aún así fueron enterrados juntos.

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